UNA HISTORIA ROMANTICA

UNA HISTORIA ROMANTICA 

Hace muchos años, mi abuelo me explicó como encontró a mi abuela. Seguidamente os lo explicaré... Era la noche del dia 24 de diciembre de 1942, justo cuando María cumplía los veinticuatro años de edad. Su madre le pidió que fuera a comprar el pan, y aún no habia echo cinco o seis pasos hacia delante que se encuentra en la calle donde está el horno del pan El Futbolista, cortado por una valla. Ella tozuda como siempre, no hizo caso de lo que decia la señal y la saltó, cayendo en la alcantarilla del agua que conducia hacia un lugar, donde no habia estado nunca.
Allí habitaba un extraño hombre del que todo el mundo hablaba, llamado Ahmed. Era un chico de veintitres años, fuerte como un roble y delgado como un fideo. Le daban pánico las arañas y era alergico a los escorpiones.
Ahmed, era el repartidor del pan. Vivia en una cueva húmeda y tenebrosa en las profundidades, compartiendo casa con los dos monos llamados Lonqueta y Alegría. María, asustada y coja de un pie por la caida, al ver a Ahmed, empezó a caminar paso a paso hacia él. El, asustado por la aparicón de la misteriosa chica, no se dió cuenta de lo que tenia a su lado.
María, cuando llegó junto a él, chilló al ver el escorpión y él, anodadado mirandosela, cogió por la cola aquella mancha negra. El escorpión le picó con su aguijón afilado en el tobillo, cayendo al suelo desmayado. De golpe, Lonqueta y Alegría corrieron hacia el chico y con las lágrimas de los monos, se salvó milagrosamente. María como pudo pidió ayuda, estaba solo a unos pasos de la salida. 
El chico se despertó y María comenzó a hacerle preguntas para distrerle. Quién era?, porque vivia allí abajo?... Y mientras conversaban, se enamoraron.
Una vez los dos en la ambulancia, él le dijo a ella:
-¿Quieres que te proporcione el pan por siempre? 
Y desde aquel dia no se separaron jamás. Los dos tuvieron hijos. Ellos y los monos, se fueron a vivir a un pueblo tranquilo.
Este es... el asustado, divertido y bello comienzo de la historia de amor que vivieron mis abuelos paternos.